La Inteligencia Artificial (IA) tiene el potencial de abordar algunos de los mayores retos a los que se enfrenta el campo de la educación hoy en día y de desarrollar prácticas innovadoras de enseñanza y aprendizaje para acelerar el progreso hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de la ONU.
La IA se está convirtiendo cada vez más en un elemento fundamental de cualquier plan de estudios STEM, y ya está entrando en las aulas en forma de software adaptativo, herramientas de aprendizaje habilitadas para la IA y chatbots que pueden imitar conversaciones naturales. Para comprender cómo esta tecnología está cambiando la educación, este artículo explorará el potencial de la IA para remodelar y mejorar la educación en todo el mundo, al tiempo que se sumerge en las principales categorías de la IA y en las consideraciones éticas necesarias para garantizar su uso responsable.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
La Inteligencia Artificial (IA), tal y como la definen Stuart J. Russell y Peter Norvig en su libro Inteligencia Artificial: Un Enfoque Moderno, es el método para hacer que los dispositivos se comporten de forma inteligente, emulando el comportamiento de alguien «inteligente». La IA está constituyendo la base de muchos avances tecnológicos, y se está convirtiendo en parte integrante de la vida cotidiana. Un ejemplo de IA en funcionamiento es la presentación que hizo IBM en 2011 de su sistema de IA (conocido como Watson), que permitía que un ordenador mantuviera una conversación natural con humanos. Esto ha llevado al desarrollo de varios sistemas impulsados por IA, como los chatbots, que se utilizan habitualmente hoy en día.
Categorías de la IA
La IA puede clasificarse en tres niveles que pueden ayudarnos a localizar y navegar por el camino de la innovación incremental, procedente de la incorporación de esta tecnología a nuestra vida cotidiana y a los entornos educativos. El primer nivel de la IA es «revolucionario» e implica sistemas que tienen la capacidad de realizar tareas autónomas y aprender mediante bucles de retroalimentación y aprendizaje automático. Esto abarca los chatbots, los algoritmos de aprendizaje profundo y las aplicaciones que pueden clasificar imágenes y texto.
La segunda es «mejorada», que abarca las aplicaciones de realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV) con IA. Éstas tienen el potencial de revolucionar la forma en que las personas interactúan con su entorno y llevan a cabo la educación en entornos remotos.
Por último, el tercer nivel es el «combinado», en el que las herramientas y productos innovadores de IA creados por la tecnología se incorporan junto a otros servicios. Por ejemplo, Amazon Alexa ofrece servicios de valor añadido, como recordatorios, procesamiento del lenguaje natural y automatización de tareas.
La IA y la Educación
No se puede exagerar el potencial de la IA para remodelar y mejorar la educación en todo el mundo. Las aplicaciones con IA, como los chatbots, pueden utilizarse para proporcionar a los estudiantes un acceso rápido a información y actualizaciones, como las fechas de un próximo examen. Además, la IA puede utilizarse para generar experiencias de aprendizaje personalizadas e individualizadas.
A través de las aplicaciones móviles y la tecnología AR/VR, la IA puede permitir la enseñanza a distancia y el aprendizaje interactivo, mientras que la analítica potenciada por la IA puede utilizarse para comprender el estilo de aprendizaje de un alumno y proporcionar a los profesores información basada en datos sobre su rendimiento. La IA también puede utilizarse para detectar el plagio y proporcionar material didáctico para los cursos de aprendizaje electrónico adaptado a las necesidades del alumno.
A pesar de los muchos beneficios y aplicaciones potenciales de la IA en la educación, debe considerarse y gestionarse el uso responsable de la IA en el aula. Para garantizar que la IA se utiliza de forma ética y no amplía la brecha digital existente, la UNESCO ha publicado varias recomendaciones. Entre ellas se incluyen medidas para limitar el acceso desigual a las tecnologías de IA en la educación, garantizar una recopilación de datos de IA responsable y segura, y aplicar la transparencia y la rendición de cuentas con respecto al uso de la IA en entornos educativos.
Aplicaciones de Chatgpt en la educación teológica
Se está estudiando el uso de Chatgpt3 y la IA en la educación teológica, ya que deben debatirse las implicaciones éticas. Chatgpt, impulsado por la IA y lanzado en 2020 en su tercera versión, puede comprender las preguntas que plantea un usuario y responder de forma inteligente. Esta tecnología es mucho más que los chatbots comunes y tiene el potencial de remodelar y revolucionar la educación teológica. A pesar de sus ventajas, hay que tener en cuenta consideraciones éticas. Esto incluye cuestiones relacionadas con la seguridad de los datos, la seguridad, la privacidad y la equidad, que son las piedras angulares de la implementación responsable de la IA en cualquier entorno educativo.
Conclusión
En conclusión, la inteligencia artificial es un recurso relevante para la educación superior, y su relevancia en el campo de la educación seguirá creciendo. La IA tiene el potencial de transformar la enseñanza superior de muchas maneras, por ejemplo, proporcionando experiencias de aprendizaje personalizadas y contenidos de cursos adaptables. Debe garantizarse el uso responsable de la tecnología de IA en los entornos educativos, prestando atención a cuestiones como la desigualdad de acceso, la seguridad y privacidad de los datos, así como la transparencia y la rendición de cuentas. La IA está demostrando ser una poderosa herramienta para remodelar la educación en todo el mundo, haciendo que el acceso y la entrega de materiales de enseñanza y aprendizaje sean más eficientes, eficaces y adaptables.